
Elva García Amigo, directora y propietaria de Bodega Aníbal de Otero.
Elva García, la berciana detrás de la elegida mejor bodega de Castilla y León: viñas centenarias y tres generaciones
García, está al frente del negocio familiar que lleva tres generaciones dedicándose con pasión a la viticultura, de donde nacen seis reconocidas referencias.
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En el Bierzo, una tierra donde el vino es casi una religión, la bodega Aníbal de Otero ha sido reconocida como la Mejor Bodega de Castilla y León en los Premios de la Academia Castellano y Leonesa de Gastronomía. Pero detrás de este éxito hay una mujer con una historia de pasión, raíces y compromiso: Elva García Amigo.
Economista de profesión, Elva García nunca imaginó que su destino estaría marcado por la tierra y las viñas. Sin embargo, la nostalgia de su infancia entre cepas y la admiración por su padre, Aníbal, la llevaron a fundar la bodega en 2013, con un propósito claro: honrar el legado familiar y llevar la Mencía berciana a su máxima expresión.
Lo que comenzó como un proyecto personal se ha convertido en una de las bodegas más prestigiosas de la región. “Buscamos la excelencia con los mejores ingredientes: uvas y equipo”, dice Elva. Y no es una frase vacía. La bodega trabaja con viñedos centenarios, algunos con más de 130 años, cultivados en el paraje de Los Fornos, una de las zonas más privilegiadas para la Mencía dentro de la D.O. Bierzo.

Arado de tracción animal en Aníbal de Otero.
Elva y su equipo han apostado por una viticultura sostenible y artesanal. La vendimia es manual, las labores de campo incluyen tracción animal, y la bodega trabaja con productos naturales para mantener la pureza del terroir. La vinificación se realiza en depósitos de acero inoxidable y, en algunos casos, con fermentaciones malolácticas en barrica.
El enólogo José Hidalgo, pieza clave del proyecto, ha sabido interpretar la esencia del viñedo para elaborar vinos que combinan frescura, elegancia y equilibrio. La producción es limitada, con entre 12.000 y 15.000 kg de uva al año, lo que garantiza una calidad excepcional.

Vendimia manual en Aníbal de Otero.
Seis vinos, una filosofía
La bodega ha desarrollado seis etiquetas que han conquistado a críticos y consumidores: Aníbal de Otero Mencía Joven, criado tres meses en barrica de roble francés; Aníbal de Otero Rosado, proveniente de viñas de 90 años; Aníbal de Otero Vino de la Villa de Otero del Toral, ganador del Gran Oro en el Real Casino de Madrid 2021; el Cepón, Medalla de Oro en CINVE 2024 y 17,5 puntos en Jancis Robinson; Los Fornos, reconocido con el Gran Bacchus de Oro 2024, además de premios en Canadá y Japón; Terrafondada, la joya de la bodega, con un proceso artesanal único y una producción de solo 500 botellas, vendidas bajo pedido a 300 €.

Los vinos que componen el catálogo de Anibal de Otero.
Estos vinos han logrado puntuaciones superiores a 92 en las guías más prestigiosas (Gourmets, Peñín, Tim Atkin), consolidando a Aníbal de Otero como un referente. Pero más allá del reconocimiento regional, la bodega tiene una importante presencia en mercados internacionales. Sus vinos se exportan a Alemania, Holanda y México, y también llegan a Suecia, Suiza, Estados Unidos, Corea del Sur y Tailandia. Además, la bodega ofrece visitas guiadas y catas personalizadas, convirtiéndose en un destino enoturístico imprescindible en El Bierzo.
Elva García ha demostrado que la combinación de pasión, respeto por la tradición y visión de futuro puede llevar un pequeño proyecto a la élite del vino. El premio a Mejor Bodega de Castilla y León no es solo un reconocimiento, sino la confirmación de que Aníbal de Otero es una bodega con alma, donde cada botella cuenta una historia de raíces, esfuerzo y excelencia y para los amantes del vino, esta es una historia que merece ser descorchada.